Encontrándose en proceso de control la pandemia del covid 19, hay razones para retomar la vida con cierta tranquilidad en casi todos los países del mundo. Sin embargo, estos procesos pandémicos que comprometen la salud y la vida a nivel global, tienden a ocurrir cada cierto tiempo, y las acciones de prevención siempre deben ser permanentes, como garantía de que la población tendrá algún nivel de protección ante catástrofes sanitarias.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS), ha hecho públicas sus preocupaciones porque en Brasil, la vacunación de niños entre los 2 y 6 meses de edad ha bajado a 52 % luego de estar a nivel deseado de 95 %; y se detectó el virus de la poliomielitis en un niño de 3 años. La OPS también pone en alerta la disminución de las tasas de inmunización en Perú, República Dominicana y Argentina, y anuncia el riesgo muy elevado que correrían estos países con la reaparición de la poliomielitis, al haber disminuido la tasa de inmunización a un 79 %. Esto no sólo ocurre en esta parte de América. En EEUU, la gobernadora de Nueva York declaró el estado de emergencia por la propagación del virus de la polio luego que se registrara la enfermedad en muestras de agua recolectadas en la ciudad. También se ha detectado este virus en Londres y Jerusalén.
Además de la disminución de la inmunización en el Perú declarada por la OPS, otros riesgos de la salud infantil en el campo de la prevención son la desnutrición crónica (DC), que ocurre en menores de 5 años, y la anemia en menores de 6 años, que llevan a la permanente e irreparable deficiencia de las capacidades intelectuales, como las graves dificultades para la comprensión lectora y el manejo de la lógica matemática en los niños.
Entre 2019 y 2021, la DC en el Perú se encuentra casi estable, con una ligera disminución de 12.2 a 11.5 (Cuadro 1). En Apurímac, como se ve en el mismo cuadro, la DC, además de estar muy elevada en relación al promedio nacional, alcanzó un inquietante incremento de 3.3 puntos, de 16.1 en 2019 a 19.4 en 2021.
Una importante lección aprendida que deja la pandemia del covid 19 en el Perú, es que la salud no puede ser sólo responsabilidad de los establecimientos del sector, sino que involucra al conjunto de los actores sociales, económicos, políticos y culturales del país. Esta visión está planteada, aunque muy débilmente, en el Acuerdo Nacional, quedando pendiente entre otras importantes acciones, la unificación de los componentes del sector y la conformación del sistema nacional de salud.
En el ámbito regional, las tareas, prácticamente están a la vista. El gobierno Regional de Apurímac, como máxima autoridad, con las competencias y funciones conferidas por la ley, debe asumir conjuntamente que la DIRESA y otras instituciones como el Ministerio de Agricultura las siguientes tareas estratégicas indispensables en los próximos cinco años:
1. Alcanzar los niveles óptimos de inmunización en los niños menores de seis años.
2. Combatir la desnutrición infantil con la aplicación de un programa “hambre cero”.
3. Combatir la anemia en los niños menores de 6 años
En suma, mantener y desarrollar las políticas de prevención de riesgos a nivel nacional y regional puede significar contar con una guardia asegurada ante las eventualidades futuras que pongan en peligro una vez más la vida y la salud de la población peruana.
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