DÍA INTERNACIONAL DE LA ELIMINACIÓN DE LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER

Desde hace 40 años conmemoramos y rendimos tributo a tres valientes mujeres que fueron violadas, ultrajadas, maltratadas en la búsqueda por la lucha de sus ideales, las hermanas Mirabal (Patria, Minerva y María Teresa) Cada año honramos a estas valerosas mujeres que son ejemplo de lucha social, cultural, política e ideal. 25 de noviembre a nivel mundial se denuncia y simbólicamente se hace un alto hacia la violencia contra las mujeres. Es un momento no solo de celebración, sino también un espacio de reflexión y autocrítica de toda la sociedad, hacer un alto para rendir cuentas de las acciones que se vienen realizando por las mujeres víctimas de violencia.

El problema de la violencia contra la mujer es un problema de salud pública y un problema estructural, pero sobre todo legal. Quienes enfrentan a diario esta situación son las mujeres, que durante décadas sufren, ven, observan, escuchan, sienten en su alma y su ser; la vulneración hacia sus derechos fundamentales. Las políticas públicas que se implementan no son pertinentes a nuestra realidad geográfica, multiétnica, pluricultural, multilingüe. Por esta razón, los operadores de servicio carecen de sensibilidad cuando escuchan el testimonio de una mujer violada, una mujer víctima de tentativa de feminicidio.

Combatir la violencia hacia las mujeres tiene una dimensión estructural-política-social-cultural-religioso y cronológico. La clave para luchar y avanzar contra la violencia hacia las mujeres es trabajar desde el ámbito de la prevención, educación y lo económico; lograr la equidad de género será necesariamente transformar las reglas sociales-culturales, los roles, estereotipos, mandatos que subordinan y naturalizan actitudes machistas y patriarcales en contra de las mujeres.

Aún persisten y resisten en el tiempo y el espacio, conductas patriarcales, machistas, autoritarias en todos los estamentos, porque no solo la violencia se ejerce en la unidad familiar, sino también en el espacio laboral con conductas autoritarias y déspotas hacia las mujeres, el acoso laboral, el sometimiento de las mujeres a presión laboral, la subordinación al género masculino.

Todas las ciudadanas y todos los ciudadanos debemos estar comprometidos en este accionar, cambiar los patrones sociales y culturales, estructurales por una vida libre de violencia. Los gobiernos locales, deben de generar y favorecer espacios laborarles amigables y sensibles al género, proporcionando a las organizaciones-asociaciones –comités de mujeres herramientas para generar un desarrollo local con enfoque de género e intercultural, de esta forma empoderar a las mujeres en manera integral.

Por lo tanto, se trata de un problema socio-cultural presente tanto en el ámbito doméstico-privado como público, con diferentes matices: violencia física, sexual, psicológica, económica, cultural, laboral y otras. Una realidad que afecta a las mujeres desde el momento que nace hasta una edad avanzada.

“LA VIOLENCIA HACIA LA MUJER DESTRUYE SUEÑOS, SEPULTA ILUSIONES EN LA VIDA DE NUESTRAS HIJAS, NUESTROS HIJOS. NECESITAMOS CRIAR UNA SOCIEDAD LIBRE DE VIOLENCIA, POR UNA VIDA SALUDABLE”

En memoria de todas aquellas mujeres que durante años han sufrido violencia y quienes ahora se encuentran en el cielo….